ECOS DEL EVANGELIO

Sin señal

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Par André Myre

ECOS DEL EVANGELIO

21 junio 2023

Foto por Mystockimages / iStock

Hacia el final de su sección central[1], que trata de la misión de los partidarios de Jesús, la Fuente ofrece algunas afirmaciones en las que describe su fe (Q 11,16.29-32). Estas palabras son especialmente significativas porque nos dan acceso a la visión del cristianismo galileo unos veinte años después de la muerte de Jesús.

No carece de importancia para nosotros hoy saber que la fe se expresaba de forma diferente a la de Jerusalén y a la del mundo cristiano mediterráneo, que vivía bajo la influencia de Jerusalén.

1. La primera perícopa es la más importante, porque de ella depende el doble discurso que sigue.

 

Q 11,16 Algunos le piden una señal.

29 ¡Qué generación tan perversa! ¿Quieren una señal? No la tendrán.

Pero sí, la señal de Jonás. 30 En efecto, al igual que Jonás sirvió de señal al pueblo de Nínive, así será el Humano para esta generación.

 

El versículo 16 muestra que la Fuente extrajo estas palabras de un corpus de información preexistente -oral o escrito- en forma de relato. Se pide a Jesús una señal que demuestre que tiene razón[2]. Como la autenticidad de una opción de vida era imposible de demostrar, y como el profeta no podía invocar convincentemente a Dios para justificarse, es evidente que Jesús nunca quiso responder positivamente a la petición de una señal (v 29a).

La Fuente, sin embargo, aprovecha la ocasión para expresar su fe, que está íntegramente contenida en el v 30. Según la Fuente, la vida de Jesús fue la señal dada a la gente de su tiempo -en virtud de lo que los miembros del grupo habían transmitido sobre él- del comportamiento que había que adoptar para acceder al sistema de Dios. Es más, puesto que Jesús es el Humano en persona, responsable de la revelación final del valor del ser humano, es él quien abrirá o cerrará la puerta del Régimen cuando se establezca[3]. Los que comparten esta fe saben qué hacer en la vida, y qué esperar. Eso lo dice todo.

2. La palabra doble que sigue se armoniza con el texto anterior.

 

31 En el juicio, la reina del Sur se levantará con esta generación para condenarla. Porque ella ha venido desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón.

Pero aquí hay algo más que Salomón.

32 En el juicio, los ciudadanos de Nínive se levantarán con esta generación

para condenarla. Porque después de la proclamación de Jonás, cambiaron sus vidas.

Pero aquí hay algo más que Jonás.

 

Es una especie de tratamiento de choque. “En el juicio”, el Humano -más grande que Jonás y Salomón- contará con el apoyo de extraños, extraños de toda condición, ya sean simplemente personas diferentes como la reina de Saba que vino a escuchar a Salomón, o feroces enemigos como los asirios que se apoderaron del país en el 721 a.C. y deportaron a todas sus élites. En cuanto a los criterios para entrar en el nuevo régimen, pertenecer al pueblo de Dios sólo tiene peso para quienes se comportan como hijos de Dios. Los lectores de la Fuente lo saben desde la perícopa inicial:

 

Q 3,8c Dios puede usar estas piedras para engendrar otros hijos para Abraham.

 

Según el orden de la fe, no hay contraseñas que garanticen una entrada privilegiada al Más Allá. Proclamar tu fe en la resurrección de Jesús y en su señorío sin vivir conforme a ella carece de sentido. Proclamar tu fe en la resurrección de Jesús y en su señorío (como en Jerusalén) en lugar de hacerlo en el juicio de lo Humano (como en Galilea) no sirve para nada. Proclamar la propia fe en Jesús como verdadero Dios y verdadero hombre (como dicta el dogma) en lugar de en su resurrección y señorío no sirve para nada. Afirmar seguir el credo católico en lugar del ortodoxo, protestante o reformado -o al revés, sea como sea- no sirve para nada. Pretender ser cristiano en lugar de judío, musulmán, hindú, sij, budista, etc. etc. -o al revés, sea como fuere- no sirve para nada. – o al revés – no tiene sentido. Llamarse creyente en lugar de incrédulo, agnóstico o ateo no tiene sentido.

El Humano no se fija en si los hombres y las mujeres -y cualquier ser que se identifique en transición entre unos y otros en un sentido u otro, o que se proclame fuera de la corriente dominante en un sentido u otro- han puesto el corchete adecuado en la casilla correcta, o han utilizado las palabras adecuadas para contar la verdadera historia, o han elegido el club religioso, social, político, nacional, deportivo o de otro tipo adecuado.  El Humano se basa únicamente en la respuesta dada a esta pregunta (y a otras similares):

 

Mt 25,35 Tenía hambre, ¿me diste algo de comer?

 

¿Sí? Pasa. ¿No? …

Y no me pidas que te dé alguna señal de que tenía razón al escribir como lo acabo de hacer.

 

Notas :

 

[1] Q 9,57 – 11,52.

[2] Véase Mc 8,11-13. En la versión marciana, se habla de un signo de origen divino (del “Cielo”), y Jesús responde con un no categórico.

[3] Ver Q 13, 23-30.

 

ACERCA DE ANDRÉ MYRE

André es un reconocido biblista, autor de numerosos libros, profesor jubilado de la Universidad de Montreal y especialista de los Evangelios, particularmente el de Marcos. Durante varios años, ha dirigido numerosos talleres bíblicos.

 

Las opiniones expresadas en los textos son de los autores. No pretenden reflejar las opiniones de la Fundación Padre-Menard. Todos los textos publicados están protegidos por derechos de autor.

 

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